Un misterio de tránsito (artículo de ficción)

En la madrugada de un sábado, un hombre regresaba en coche a su casa sin saber que se vería envuelto en un inusitado misterio que no ha logrado ser resuelto.


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Un accidente de transito

Daniel Brown, un joven de 25 años, regresaba de una fiesta en una madrugada despejada. Según su declaración, nada parecía fuera de lo normal, no había bebido tanto como para no poder conducir y el clima estaba frío.

En su tránsito por unas de las vías de Long Pond Bright, parece que una falla en la dirección lo llevó a perder el control del vehículo y salir del camino, habiéndose antes colisionando con un poste de iluminación. El Toyota camry quedó a un lado de la vía en pésimas condiciones.

El joven sufrió fractura del brazo izquierdo entre otras lesiones no mortales para su fortuna.

Estuvo en el auto por varios minutos antes de volver en sí al oír la voz de un hombre. La voz era de Charles Peck, un camionero que iba detrás al momento del percance.

La ambulancia y la policía no tardaron en llegar al sitio.

El inusitado misterio del acompañante

Es en este momento en que el caso se vuelve extraño.


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En el vehículo, además de Brown, encuentran a un hombre de mediana edad vestido con ropa casual y sin signos vitales.

Ambos fueron llevados a la clínica Future Hope donde Brown fue tratado de sus heridas. La policía le preguntó sobre el otro hombre pensando que tal vez sería su padre o algún familiar. Brown no tenía idea de quien se referían; ya que, según insistía, él iba solo.

A Daniel Brown se le levantaron cargos por conducir en estado de ebriedad y se convirtió en sospechoso por homicidio.

Sin respuestas


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La investigación posterior determinó que el acompañante murió de un problema cardíaco, probablemente un infarto. Y que no presentaba ningún traumatismo relacionado con el accidente dándole más extrañeza a este inusitado misterio. Parecía como si lo hubiesen colocado luego del accidente en el auto o había aparecido en él. El vehículo a causa del accidente quedó hundido justo en el centro, y Por más raro que pareciera, la opción de que alguien lo colocará dentro era muy poco probable.

Ninguna de las pistas apuntaban a Brown. Y lo más probable era que estuviese diciendo la verdad.

En este punto, las miradas apuntaron a Charles Peck. Al interrogarlo, contó que no había más autos en la vía y que él estaba cerca cuando ocurrió el inusitado misterio. No tardó más de cinco minutos en prestar ayuda y que fue el único que lo hizo, como corroboraron los bomberos y policías que llegaron a la zona, ya que no había más nadie transitando en ese momento.

Charles Peck era camionero y aficionado a la caza además de amante de las armas de fuego. Era parte del Club de armas de su comunidad. Tenía historial de violencia y de haber apuntado a un hombre con una de sus armas en una confrontación en un bar.

Aun así, Peck afirmaba nunca antes haber visto al hombre. Y la investigación determinó que no había suficiente evidencia para inculparlo.

Hasta ahora, nadie ha logrado determinar cómo este hombre desconocido llegó a aparecer muerto en el automóvil del joven, ni si alguien lo puso allí.



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