La extraña aparición en TV - (artículo de Ficción)

La medianoche fue pintada de rojo cuando los espectadores de STN fueron sorprendidos por la aparición casi fantasmal de un hombre en sus televisores cometiendo un acto tan atroz y gráfico que quedaría grabado en sus mentes por mucho tiempo, siendo el posterior descubrimiento lo que lo haría aún más terrorífico.


Foto de Huỳnh Đạt en Pexels

La interrupción y el horror

Eran las 11:39 pm. El STN transmitía las noticias nocturnas como cierre de la programación cotidiana.

Algunos televidentes afirmaron que en varias ocasiones la señal se vio afectada como si fuese «una cinta de VHS dañada» y que estos inconvenientes técnicos se repitieron unas dos o tres veces antes del incidente.

Para las 11:43 pm, la señal se vio totalmente interrumpida. El periodista encargado de presentar las noticias era Eduardo García, quien en ese momento pasaba revista de las últimas noticias sobre farándula antes de finalizar el segmento.

Mientras el periodista hablaba, la imagen comenzó a mostrar algo de interferencia antes de ser reemplazada totalmente por la de una sala vacía. Esta era pequeña, algo desatendida. Algunos estantes con objetos que debido a la calidad no se podían distinguir con claridad. Un sofá con un objeto oscuro como un tubo corto era el centro de atención de la imagen.

Unos segundos después, un hombre de unos 30 años hacia aparición en escena desde detrás de la cámara, se sentaba en el sillón y por 1 minuto 23 segundos miraba a la cámara directamente, claramente alterado.

Luego, tomaba lo que ahora claramente era un arma, la llevaba a su boca y disparaba. La sangre y materia cerebral eran despedidas y el hombre caía de frente.

La transmisión siguió por unos segundos antes de regresar a la normalidad. En los segundos antes de volver, aún se podían oír algunos gemidos ahogados del hombre.

En el estudio, según García, todos estaban «con la boca abierta por lo que acababan de ver» al igual que los espectadores que lograron presenciar el acontecimiento. El periodista, tratando de guardar la compostura se disculpó y culminó el segmento claramente afectado.

La investigación y el misterio de la atroz aparición

Este macabro incidente ocurrió en Casaca, una ciudad relativamente grande, en 1996 y sigue siendo un caso que conmocionó a esa comunidad hasta estos días no sólo por el aterrador incidente que se mostró ante los ojos de los desprevenidos espectadores esa noche lluviosa de septiembre, sino por la increíble resolución a la que condujo la investigación posterior.

Aquella noche, muchos espectadores y trabajadores y periodistas de la estación dieron alerta a las autoridades luego de ver dicha aparición atroz.

Además de las usuales actividades policiacas, los agentes investigaron los alrededores y posibles lugares asociados a las descripciones, tomaron apuntes y realizaron las pesquisas de costumbre a los testigos de la planta.

En las siguientes dias, los rumores corrían por la ciudad. Pero aún no daban con la identidad del hombre de la aparición atroz ni había habido ningún reporte de suicidio.

La policía tuvo acceso al video del acontecimiento. Uno de los involucrados en la investigación, al mirar el cuarto donde el hombre daba final a su vida, pudo reconocerlo. Aventuró que podría ser el conjunto de edificios residenciales Río Alto.

El 27 de septiembre, la policía llega con orden en mano al condomino Río Alto. Eran 4 edificios de Trece pisos. Procedieron a mostrar la imagen del hombre a los conserjes y algunos residentes quienes lo reconocieron al instante.

El hombre era Roberto Fernández. Residía en el apartamento 13-A del edificio 4.

Sin dudarlo, los agentes fueron llevados hasta el lugar. Luego de llamar 3 veces, la puerta del apartamento 13-A se abrió.

Quien abría, asombrosamente, era el hombre del video y el apartamento exactamente el mismo. El lugar estaba casi en las mismas condiciones, al menos lo poco que se dejó ver aquella sangrienta noche en la transmisión pirata. Sin embargo, nada indicaba rastros de que ese evento mortal hubiese ocurrido, y la prueba rotunda era el hombre mismo: Roberto Fernández.

La policía hizo una profunda investigación para llegar al fondo del asunto, aún así, ninguna daba respuestas.

¿Quién era el fantasma?

El Sr. Roberto era un ingeniero que trabajaba en un centro comercial cercano, en un negocio de computadoras, vivía solo. Aquella noche había estado en su apartamento, eso sí, según sus declaraciones, no había logrado conciliar el sueño sino hasta tarde, pasadas las 12. Sufría de ataques de depresión que había sido tratada hacia mucho y declaró que no había recaído más en mucho tiempo.

Al ver las imágenes de la aparición atroz, que no el video del hecho, confirmo que sí era él, era su ropa y su apartamento pero que no entendía como podía haber ocurrido tal cosa. No tenía cámara de video ni sabía nada de transmisiones de televisión o cosas relacionadas.

No se pudo llegar a ninguna conclusión, el caso llegó a un camino truncado y hasta la fecha nadie ha podido dar con el autor de este macabro hecho. Ni se ha podido saber si fue una broma muy elaborada o un caso real.


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